En la sociedad occidental actual, cada vez es más común que los niños pasen la mayor parte de su tiempo en espacios cerrados, con actividades sedentarias y, en ocasiones, con exceso de tiempo frente a pantallas.

De hecho, hay numerosos expertos que advierten de que esta desconexión con el medio natural produce Trastorno por Dèficit de Naturaleza.

Este término fue acuñado por el Richard Louv, periodista y autor de "Los útimos niños en el bosque". Uno de los datos más llamativos que arroja el libro es que casi la mitad de los niños y niñas, no es que tengan poco contacto con la Naturaleza, es que pasan menos de una hora al aire libre.

Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que los niños que juegan al aire libre con frecuencia pueden disfrutar de una amplia variedad de beneficios físicos, mentales y emocionales. A continuación, os contamos 10 razones por los que los niños y las niñas deberían jugar al aire libre a diario:

10 motivos por los que los niños y niñas deberían jugar al aire libre con frecuencia

1. Los niños que juegan al aire libre con regularidad son más activos, lo que ayuda a mejorar su salud cardiovascular, fortalecer sus huesos y músculos, y evitar los efectos del sedentarismo.
2. El juego al aire libre ayuda a desarrollar habilidades cognitivas como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la creatividad y la imaginación.
3. La exposición al sol y al aire libre ayuda a los niños a fortalecer su sistema inmune, reduciendo el riesgo de enfermedades.
4. El juego al aire libre permite a los niños interactuar con otros niños y adultos en un ambiente de juego libre y poco estructurado, ayudando a desarrollar habilidades sociales importantes como la empatía, la comunicación y la cooperación.
5. Jugar fuera puede ser una forma efectiva de reducir el estrés y la ansiedad en los niños, ya que les brinda un ambiente relajante y una oportunidad para liberar energía y emociones.
6. El aire libre y la naturaleza ofrecen a los niños una gran variedad de experiencias y estímulos sensoriales que pueden despertar su curiosidad y promover la exploración.
7. Al jugar en el exterior, los niños desarrollan su independencia y autonomía, lo que les permite tomar decisiones y mejorar su autoestima
8. La exposición a la luz natural durante el día y la actividad física pueden ayudar a los niños a dormir mejor y a tener un sueño más reparador.
9. Los niños pueden aprender sobre la naturaleza, al explorar y experimentar al aire libre.
10. El juego al aire libre puede ser una fuente de goce y diversión para los niños, ayudando a mejorar su estado de ánimo y aumentar su bienestar emocional.

No sólo cuando hace buen tiempo hay que salir a jugar fuera, también en épocas de frío!  "NO HAY MAL TIEMPO SINO ROPA INADECUADA". 

¡TE ESPERAMOS!